¡Qué periodo tan emocionante para los niños y las niñas! Es una etapa llena de descubrimientos y crecimiento. En este momento, comienzan a hacer amigos, a jugar en grupo y a aprender a compartir, mientras expresan sus emociones de manera más clara. Es el momento perfecto para aprender a través del juego y la exploración, y lo mejor es que cada niño avanza a su propio ritmo.

Su curiosidad es contagiosa; hacen muchas preguntas y empiezan a entender conceptos básicos como los colores y los números, además de resolver problemas sencillos. Su vocabulario se expande rápidamente, formando oraciones más largas y contando historias, mientras aprenden a seguir instrucciones más complejas.

También están mejorando su coordinación y habilidades motoras, corriendo, saltando y manipulando objetos con mayor destreza. Y lo más bonito es que quieren hacer cosas por sí mismos, como vestirse, lo que les ayuda a ganar independencia y confianza en sus habilidades.