Thinkers
En esta etapa, se muestran más seguros, curiosos y con una personalidad que empieza a definirse. Como familia, acompañarlos es un verdadero privilegio.
Disfrutan del juego en grupo, entienden mejor las reglas y son más conscientes de las emociones propias y ajenas. Su corazón crece junto con su mente, y comienzan a resolver conflictos con más herramientas.
En el lenguaje, sorprenden con sus historias, preguntas y frases completas. Les encanta conversar y sentirse escuchados, porque eso refuerza su confianza.
Su pensamiento se vuelve más lógico, y disfrutan de actividades que estimulan su curiosidad y creatividad.
A los cinco años, viven entre la fantasía y el aprendizaje, y acompañarlos desde el amor es uno de los mayores regalos que podemos ofrecerles.
